El obispo auxiliar de la Arquidiocesis de Santiago exhortó ayer a todos los sectores de la nación a buscar la unión, como forma de enfrentar los grandes males que padecemos, como las crisis del coronavirus y económica.
Tomás Morel Diplán expresó, durante la homilía celebrada en la Catedral Santiago Apostol con motivo de la efeméride del 30 de Marzo, que no es tiempo de demagogia ni discursos vacíos, sino imitar a nuestros grandes próceres que todo lo dieron por nuestra libertad.
El mitrado recordó a los funcionarios que al ser electos para sus cargos han recibido un privilegio, que deben aprovechar para servirle al pueblo y no para servirse.
El obispo indicó que deben hacer un compromiso de servicios, reflexionando sobre la necesidad de trabajar para mejorar la sitruación de todos los dominicanos, como nos enseñaron los patriotas del 30 de Marzo y Juan Pablo Duarte.
El prelado lamentó que nuestro país en los últimos años aparece entre los primeros lugares de las naciones más corruptas del mundo, “por lo que tenemos todos que reflexionar, para que impere el interés común en todos los niveles y no los intereses de grupos”.
“No podemos dividirnos, sino unirnos, para que nuestra patria siga adelante superando la difícil situación en que nos encontramos, para que imitemos a nuestros grandes próceres que con pocos recursos, pero amando la libertad vencieron en el pasado”, expresó Morel Diplán. A la misa asistieron altos funcionarios civiles y militares de la nación, encabezados por la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, quien al salir de la misa expresó su respaldo a las palabras del obispo auxiliar de Santiago.
Crónica histórica
De acuerdo a datos históricos resgistrados en prensa, el 29 de marzo de 1844, el ejército de Pierrot estaba cerca de Santiago. El comandante Matías Ramón Mella fue sorprendido fuera de la ciudad reclutando hombres para el improvisado ejército dominicano que defendería al país. José María Imbert, como comandante de las tropas, dispuso la defensa de la ciudad.
La acción de Imbert el 30 de marzo fue determinante por lo decisiva que fue la derrota del invasor.
En el año de 1845, siendo Imbert lugarteniente de Francisco Antonio Salcedo, combatió a los haitianos en la Sabana de Beller derrotándolos nuevamente. Luego se reintegró a Moca, como Comandante de Armas. De allí pasó con el mismo cargo a Puerto Plata, lugar donde murió en 1847.
HEROICA
30 de Marzo.
En esta batalla, el general José María Imbert dispuso las órdenes y el plan estratégico que terminó diezmando las huestes del general Jean-Louis Pierrot.
La herencia heroica que recibimos del general Imbert nos convoca a nuevos retos para fortalecer la democracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario